EL ASEDIO DE LÉRIDA DE 1646. Parte 1
LA CAMPAÑA DE SOCORRO DE 1646
La batalla de Sant Llorenç y la caída de Balaguer eliminaron de golpe el grueso del ejército felipista que había derrotado los franceses el 1644. La pérdida de cinco tercios completos en la batalla y la rendición de miles de hombres en la capital de la Noguera habían reducido en más de un 50% los efectivos españoles. Dada la situación, 1646 se presentaba nefasto para la causa de Felipe IV y el frente catalán se sumaba al flamenco dentro de la serie de desastres militares que oprimían la monarquía hispánica.
El día 10 de mayo, poco antes del inicio formal del asedio de Harcourt sobre Lérida, una carta de Luis Méndez de Haro nos ofrece una imagen muy aproximada del desastroso estado del ejército de Cataluña . Según el ministro únicamente se disponía de las guarniciones.
Sin ejército, dinero ni víveres era prácticamente imposible oponerse al avance del conde de Harcourt. En su reveladora carta, Haro se muestra pesimista ante la posibilidad de enviar ayuda en la capital del poniente catalán. Según él, harían falta 12.000 hombres de pie y 4000 caballos para esta misión, y en el Aragón tanto solo había 5000 de infantería y 3000 de caballería. Aunque se hubiera tenido conocimiento exacto de las intenciones no se habría podido reaccionar.
Además de la carestía de medios, el ministro castellano planteó una serie de inconvenientes estratégicos que había que tener en cuenta en caso de enviar una expedición de auxilio. Si se avanzaba un ejército en Lleida, un contraataque francés contra Torres de Segre o la Granja de Escarpe lo tendría bastante fácil para dejarlo copado.